de la República Argentina
ACTO EN RECUERDO DE LA PROCLAMACIÓN DE LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA
Con motivo de cumplirse el próximo 14 de abril, el 80º aniversario de la Proclamación de la II República Española, la Federación de Asociaciones Gallegas de la República Argentina invita a la comunidad al acto conmemorativo que se llevará a cabo el próximo sábado 16, a partir de las 20, en el Teatro Bambalinas, ubicado en Chacabuco 947, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En la oportunidad, con entrada libre y gratuita, se recordará la figura de Juan Negrín, presidente del Consejo de Ministros de la República Española entre 1937 y 1939, y del gobierno republicano en el exilio hasta 1946.
Con la presencia de numerosos invitados especiales, actuarán el Coro Semente, la Banda de Gaitas “Duas Beiras”, y el Taller de Teatro Federal, que representará un texto alegórico a la II República Española.
Además, animarán el encuentro los integrantes del Club Artístico Libertad, quienes brindarán un espectáculo musical que recupera del ostracismo un amplio repertorio de canciones que se entonaban en aquella época.
Al culminar el espectáculo, los asistentes podrán disfrutar de la típica queimada gallega que se ofrece habitualmente en cada acto de la institución.
Para mayores informes, los interesados podrán visitar nuestro sitio web (www.fsgallegas.org.ar), concurrir a la sede de la Federación, ubicada en Chacabuco 955, del porteño barrio de San Telmo, de 17 a 20, o bien comunicarse al 4300 1790.
Semblanza de Juan Negrín
Científico y político español (Las Palmas de Gran Canaria, 3/2/1892 – París, 12/11/1952), nace en el seno de una familia de comerciantes canarios acomodados y estudia medicina en la Universidad de Leipzig (Alemania). Desde 1922 fue catedrático de Fisiología en la Universidad de Madrid. Su procedencia de un ambiente conservador y su gran fortuna personal no impidieron que durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) ingresara en el Partido Socialista (PSOE), en el que se alineó políticamente con el dirigente Indalecio Prieto.
Tras el advenimiento de la Segunda República (1931) sería elegido diputado de sus tres legislaturas, siempre representando a las islas Canarias. Aunque no tenía mucho peso político en el partido, cuando estalló la Guerra Civil (1936-1939) fue nombrado ministro de Hacienda en el gobierno presidido por Largo Caballero. Se ocupó de organizar la economía de guerra del sector republicano y de negociar la prestación de ayuda económica y armamentística por parte de la Unión Soviética (para lo cual hubo de entregar a la URSS reservas de oro del Banco de España).
Ya entonces se destacó por su insistencia en que la República tratara de granjearse el apoyo de las potencias occidentales mostrándose como un régimen democrático, reformista y moderado; para ello se esforzó por poner coto a los asesinatos políticos y a los excesos de la represión en la retaguardia, mostrándose como un escrupuloso defensor del respeto a la legalidad.
En 1937 sustituyó a Largo Caballero como presidente del gobierno, cargo en el que permaneció hasta el fin de la guerra. Empujado por la necesidad de la ayuda soviética, se apoyó en los comunistas del PCE, con los que coincidía en su línea de dar prioridad a la disciplina y la organización para ganar la guerra, postergando las veleidades de revolución social (en contra de las pretensiones de los anarquistas de la CNT y de otros grupos políticos, como el POUM). En 1938, ante el curso desfavorable de la guerra para los republicanos, ofreció a los rebeldes entablar una negociación sobre la base de 13 puntos que llevaran a una salida democrática del conflicto; pero la oferta fue rechazada por Franco, que exigió hasta el final una rendición sin condiciones.
Ante tal intransigencia, Negrín ordenó resistir palmo a palmo para prolongar artificialmente la guerra, con la esperanza de que las tensiones internacionales llevaran al estallido de una guerra general en Europa, en la que la República entrara como aliada de las naciones democráticas contra los regímenes fascistas de Hitler, Mussolini y Franco. Pero tales esperanzas de intervención extranjera en defensa de la República se desvanecieron después de la política de apaciguamiento mostrada por Gran Bretaña y Francia frente a Alemania en el Pacto de Munich alcanzado en 1938.
Cuando la Segunda Guerra Mundial estalló por fin en 1939, el ejército republicano había sucumbido cinco meses antes. Negrín, opuesto a la rendición incondicional en defensa del principio de legitimidad democrática, fue depuesto poco antes de la definitiva victoria franquista por el golpe de Estado del general Casado (en marzo de 1939). Se exilió en México y luego en Francia, ejerciendo hasta 1946 el cargo de presidente del gobierno republicano en el exilio. Es inevitable recordar que Indalecio Prieto, que había sido su auténtico mentor político en los años de 1930, se convirtió en su crítico más implacable, aunque acabó lamentándose, a la muerte de Negrín, de no haberse reconciliado con éste.
un justo homenaje a injustamente tratado negrin